Corporación Tierra Libre

Tulpa de saberes

La tulpa son las tres piedras que rodean el fogón de leña, sostienen la olla en donde se preparan nuestros alimentos y se alimentan nuestros cuerpos; es el centro de la conversación en medio del calor producido por el fuego, que históricamente las comunidades ancestrales, han mantenido ardiendo y se han reusado a dejar apagar. Estas tres piedras representan la unidad necesaria para que el fuego se mantenga, por lo que los pueblos indígenas del sur de Colombia, la asemejan con el encuentro entre la madre, el padre y las hijas e hijos. Igualmente, aluden al encuentro e integración generacional de la sabiduría de las personas mayores, junto a la tenacidad de las más jóvenes, que, en una relación social de resistencia, propia de estas comunidades en el continente, apuntan hacia la complementariedad generacional de los saberes, que les da largo aliento a nuestras luchas.

En la tulpa, se cocinan los alimentos, pero también las ideas, los propósitos comunes y los pensamientos, por ende, no es posible dejarla apagar, pues no es posible que se apaguen nuestros sueños. Ésta se caracteriza por mantener la esencia de la construcción en minga, por lo cual prevalece el esfuerzo y el compromiso colectivo, donde todas las personas trabajan, aportan y comparten alrededor del fogón, así, deja de ser una labor limitada únicamente a las mujeres, y el cuidado se convierte en propósito común. · Sobre diálogo de saberes y coproducción de conocimiento.

El fuego es el que mueve la tulpa, es la intención que se pone y que está llena de ideas, herramientas, propuestas y acciones, por lo cual funciona como una olla llena de alimentos, que se van cocinando lentamente, y que a veces necesita un poco más de algo y un poco menos de otra cosa (hay que buscar el balance mientras se cocina). Estas intenciones alimentan nuestro cuerpo y espíritu, en un ejercicio permanente de compartir la palabra. En las prácticas sociales y comunitarias, la tulpa de saberes es un ejercicio permanente, de encuentro intergeneracional e intercambio, que no solo se hace cocinando alrededor de un fogón, sino que reaviva su fuego en cada ejercicio colectivo que da por entendido que “solas no podemos”. Es utilizado como herramienta metodológica para la construcción de acuerdos colectivos, para la división de las labores que lo requieran y la discusión y proyección organizativa, debido a que se basa en la escucha atenta, la búsqueda de consenso, el compartir de la palabra y el respeto por las otras personas. La tulpa constituye una nueva forma de relacionarse, donde el individuo no es el factor central ni se impone sobre los demás, sino que la colectividad es el todo, allí se pretende cultivar valores que se expresan en la manera de sentir, actuar y pensar, y a su vez se refleja el amor, el compañerismo, la empatía y la fraternidad. Busca la unidad en el trabajo físico e intelectual, y a su vez el compartir de la música, las tradiciones, las recetas y la memoria.

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