La tulpa son las tres piedras que rodean el fogón de leña, sostienen la olla en donde se preparan nuestros alimentos y se alimentan nuestros cuerpos; es el centro de la conversación en medio del calor producido por el fuego, que históricamente las comunidades ancestrales, han mantenido ardiendo y se han reusado a dejar apagar. Estas tres piedras representan la unidad necesaria para que el fuego se mantenga, por lo que los pueblos indígenas del sur de Colombia, la asemejan con el encuentro entre la madre, el padre y las hijas e hijos. Igualmente, aluden al encuentro e integración generacional de la sabiduría de las personas mayores, junto a la tenacidad de las más jóvenes, que, en una relación social de resistencia, propia de estas comunidades en el continente, apuntan hacia la complementariedad generacional de los saberes, que les da largo aliento a nuestras luchas.
En la tulpa, se cocinan los alimentos, pero también las ideas, los propósitos comunes y los pensamientos, por ende, no es posible dejarla apagar, pues no es posible que se apaguen nuestros sueños. Ésta se caracteriza por mantener la esencia de la construcción en minga, por lo cual prevalece el esfuerzo y el compromiso colectivo, donde todas las personas trabajan, aportan y comparten alrededor del fogón, así, deja de ser una labor limitada únicamente a las mujeres, y el cuidado se convierte en propósito común. · Sobre diálogo de saberes y coproducción de conocimiento.