Manifiesto ético, político y poético Escuela de Experiencias Vivas

ILUSTRACIÓN: NataLia HernÁndez OsoRío de www.dondefluir.com

Este manifiesto es una construcción colectiva y solidaria de las organizaciones que hacen parte de la Escuela de Experiencias Vivas para la Investigación y la Sistematización: Latir-Equidad en el Mundo, Colectiva Antimilitarista La Tulpa, Huertos Comunitarios y Soberanía Alimentaria Monguí, Corporación Ecovivencias, Institución Educativa Técnica Agropecuaria Juan XXIII, Red Defemsoras, Centro Educativa Libertad,  Corporación Joven Pro, Asociación de Barberos Afro del Tolima, Proyecto Colectivo Tejearaña, Mesa por la Salud y la Seguridad Social -MESSSA, Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz, Corporación La Esquina del Barrio, Consejeros Municipales de Paz, Reconciliación y Convivencia de Apartadó, Mujeres del Plantón Reconstruyendo Vidas, participantes del Curso Taller de Educadoras en Sistematización de Experiencias.

El proceso de la Escuela de Experiencias Vivas quiere compartir en estos momentos tan difíciles que vive Colombia un Manifiesto Ético, Poético y Político que aporte a habitar nuestro cuerpo como territorio primordial. La reivindicación de los sueños, de la esperanza y de una lucha legitima de sentires, para construir el presente amoroso y capaz de abrazarnos a todas y todos en nuestro ser, lo que nos une y nos hace diferentes.

Ese tejido que venimos construyendo se fortalece con la dignidad de un pueblo que camina, se toma las calles y lucha por el aguante. Llenemos nuestros actos con el dulce de la palabra y acciones que vienen del corazón y de la fuerza del amor, un amor que no puede ser sin la lucha. En medio del frío, un abrazo caluroso, humano, solidario. La protección de la vida, la dignidad y la libertad como discurso y práctica.  La dignidad y la vida son sagradas, el cuidado es colectivo y nos sostiene tanto en la vida misma como en los momentos más complejos de ella para desprendernos de la violencia que históricamente ha rodeado nuestras vidas y nos restringe la posibilidad de crear desde el respeto, la humildad y la transformación coherente.

Este manifiesto aporta para la revitalización del sentido de comunidad, para reconocer y exaltar la potencia del diálogo entre prácticas que promueven la vida digna, la vida alegre y la energía vital para conectarse desde el corazón, la participación nuestra como ciudadanía tiene que ser consiente e incluyente en pos de la unidad de país. Necesitamos construir ciudadanía desde la no-violencia, con solidaridad y respeto, siempre en pie de lucha, pero no desde la fuerza de las armas, sino desde el coraje del corazón, la fortaleza de nuestros espíritus para resistir contra la barbarie y la impunidad.

Nuestros pensares y sentires están signados hoy de esperanza, de deseos de asumirnos desde una opción humanizante por la transformación de estas realidades que nos aquejan. Tener la oportunidad de construir desde nuestras emociones y experiencias vivas, un país en donde el principio sea la vida digna, la buena vida. Como alguna vez nos dijo Maturana[1] Co-construyamos un mundo donde todas y todos tengamos presencia, donde su voz no sea ni eco ni antieco de la mía, y como decimos nosotros donde la colaboración y la cooperación sean la manera de organizarnos para seguir en la lucha desde el amor, la risa y la sonrisa.

Porque si somos la felicidad unida podremos lograr hacerlo de manera pacífica y dando argumentos de cambio. La vida es sagrada, amala, cuídala como si fueras tú. El principio del cuidado consiste en reconocerte con conexión con todo el universo, sentirte parte de él, y ello implica despertar a ese maravilloso llamado, todo se ha dispuesto para que tu existir tenga sentido, es decir tu tienes propósito de vida, siéntelo y fuerza resistencia que esto lo superamos.

Colombia es una sola y la lucha es una paz igualitaria, todas las madres sentimos igual. Invitamos a crear y proponer desde el sentir. Ya hemos identificado como no nos queremos sentir, para que sea constante en la construcción de sociedad respetando la diferencia y diversidad de pensamientos. Que la fuerza de la montaña nos lleve al mundo nuevo donde brille el amor, que la vida crezca como cuando en el cultivo llueve, que el mensaje llegue a cada corazón, que la vida crezca.

Estas son nuestras palabras de aliento para acompañar la movilización social por la paz, la equidad y la justicia social en Colombia: fluir, soñar,  dignidad,  vida digna,  juntanza ética y dignificante, palpito, digno, esperanza, asambleas ciudadanas, templanza, amorosidad, autopoiesis, color, fuerza, serendipia cósmica, fuerza, comprensión, fuerza de corazón.

[1] Filósofo Chileno Humberto Maturana.

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