Conscientes de la importancia de hacer posible el diálogo de saberes en todos los ámbitos en los que se manifiesta el proyecto de la
Escuela de Experiencias Vivas (Educación, Sistematización de Experiencias, experimentación metodológica, producción y divulgación de conocimientos) asumimos el reto de pensar un proyecto editorial que reuniera textos de investigadores e investigadoras que se identifican con las metodologías de investigación con enfoque en diálogo de saberes, participación, educación y pedagogías críticas, como una manera de contribuir a la divulgación de saberes y experiencias investigativas que enriquezcan los conocimientos de las organizaciones sociales participantes de la Escuela, y permitan la generación de escenarios de discusión y reconocimiento del potencial de la Sistematización de Experiencias y el enfoque de diálogo de saberes en la investigación en escenarios académicos y sociales. El libro pluralismos epistemológicos es el resultado de este reto colaborativo.
Pero… ¿A qué llamamos pluralismos epistemológicos?
El
pluralismo epistemológico parte de una convicción política: ningún sistema sociocultural, científico, económico o tecnológico es por sí mismo capaz de responder a la complejidad de preguntas que provoca la existencia en el universo. Se trata de una convicción política porque se opone a que una sola forma de pensamiento se imponga sobre las demás como única, verdadera, válida y universal, y propone, a su vez, el diálogo como forma de coexistencia entre las diferentes formas de comprender la realidad, producir saber y, en correspondencia, desarrollar prácticas sociales. Esta forma de diálogo que presenta el pluralismo epistemológico no está pensada exclusivamente para el consenso, por el contrario, se plantea como una forma de interpolación entre las diversas formas de pensar, ser y estar en el mundo, en consonancia con aquello que puede ser más acorde con la construcción de un modo de vida colectivo y en sintonía con todas las formas de existencia. Aunque los pluralismos epistémicos serán siempre el reflejo de campos de saber en disputa, esto no quiere decir que sean escenarios irreconciliables, se trata, más bien, de una búsqueda permanente, y también inacabada, de comprensión de la realidad a partir de diferentes lugares de enunciación.
Al referirnos a formas diversas de pensar como pluralismos epistemológicos, estamos hablando de las incontables representaciones que, como culturas, sociedades, poblaciones, etnias, comunidades, colectividades, organizaciones, instituciones y subjetividades tenemos de todo aquello que existe, incluso de aquello que creemos está más allá́ de nuestra comprensión y de la forma en que nos relacionamos con ambas. Es por esto que se plantea, como un principio aspiracional del pluralismo epistemológico, el reconocimiento de todo saber en tanto espacio de interpretación, aprendizaje y comunicación; es decir, como una posibilidad para pensar desde otro lugar, otra condición, otras coordenadas. Incluso, en aquellos casos en los que los saberes atentan contra la vida misma y la existencia, la aproximación comprensiva y sin reduccionismos puede proporcionarnos una interpretación de aquello que los funda y quizá́ la posibilidad de transformación.
Desde el reconocimiento de las pluralidades epistemológicas no siempre será́ fácil, e incluso posible, lograr cambiar aquello que daña y atenta contra la existencia, pero sí será́ una exigencia comprender para no desresponsabilizar ni excusar frente al daño. Este segundo principio aspiracional implica que el reconocimiento de otros modos de pensar y actuar, no es siempre directamente proporcional a su aceptación y que las disputas que implica el reconocimiento están también asociadas a la identificación de aquello que menoscaba las condiciones de existencia colectiva; lo que implica que el reconocimiento no es un acto neutral, ingenuo, pasivo y lleno de relativismos, sino que conlleva a la aceptación de ese modo de pensar y actuar, en función de su capacidad para proteger la vida de toda forma de existencia en condiciones de dignidad, justicia y libertad.
Por lo anterior, referirse a pluralismos epistemológicos, involucra el reconocimiento de los pluralismos ontológicos, es decir, aceptar que existen diferentes formas de pensar y representar la realidad y el reconocimiento de diversas formas de existencia, de ser y de habitar. Esta conjunción entre pensar, representar y ser es el fundamento de la acción y de toda práctica social, de ahí́ que no sea posible reconocer las pluralidades de pensamiento sin invocar lo que ellas reflejan de las pluralidades de prácticas sociales.
Finalmente, podemos afirmar que los pluralismo epistémicos y ontológicos son, también, una disposición ética y política que nos define como sujetos, en tanto asumimos la complejidad de la existencia como un desafío comprensivo que permita la construcción de lo común.
El libro Pluralismos epistemológicos, nuevos desafíos de la Sistematización de Experiencias, reúne un conjunto de capítulos que proponen diversas miradas y reflexiones, desde el ámbito académico e investigativo, que permiten la comprensión de los nuevos horizontes y desafíos de la sistematización de experiencias como legado del pensamiento latinoamericano, el reconocimiento de prácticas investigativas sustentadas en el diálogo de saberes con una profunda búsqueda reivindicativa de revitalización de las relaciones academia-comunidades en la generación de conocimientos compartidos, como alternativas de recuperación y preservación de los saberes sociales, locales y comunitarios, en un escenario de resistencia epistémica a la neo-colonización de los conocimientos y al capitalismo cognitivo y nos aportan un rico diálogo de experiencias investigativas que se han sustentado en la experimentación de metodologías participativas que amplían el marco de posibilidades para repensar dispositivos y herramientas colaborativas e interactivas para coproducir saberes en campos como la memoria, el territorio, la comunicación y la participación juvenil, entre otros ámbitos.
Animamos a los lectores a reconocer y promover este libro como una posibilidad para fortalecer el diálogo de saberes con personas que han transitado los ámbitos de la investigación, la docencia, la academia, la investigación comunitaria, como una alternativa para enriquecer los espacios de discusión en centros de pensamiento, grupos académicos y comunitarios, movimientos y colectivos sociales en los que se realizan lecturas críticas y se producen otras comprensiones sobre la sistematización de experiencias, las metodologías, lúdico-participativas y la generación de conocimientos comprendidos como bienes comunes. Todos estos ejes reflexivos articulados en la idea de esta publicación, de construir una reflexión colectiva sobre los nuevos retos y desafíos que afronta la sistematización de experiencias, la investigación acción y la producción solidaria de los conocimientos como alternativas para un buen conocer, desde los buenos vivires.