Las narrativas sentipensantes son construcciones orales o escritas que relatan las experiencias, sentires y prácticas cotidianas de las comunidades. El carácter sentipensante de las narrativas denota aquello que viene de los sentidos, las emociones, el cuerpo y las memorias individuales y colectivas. Es a partir de ellas que se puede reconocer, visibilizar y potenciar los saberes locales como fuente de conocimiento y comprensión de las múltiples realidades sociales y ambientales de los territorios.
Abordar los relatos de los territorios desde la perspectiva sentipensante es una apuesta metodológica que permite comprender las particularidades de los saberes populares y sus formas de nombrar y significar el mundo.