Experiencias Vivas
Escuela de Sistematización
Un espacio de reflexión, de apropiación de teorías y de metodologías que hagan posible la construcción de agendas de ciudad y de país que resulten proclives a la construcción de escenarios de paz y de convivencia, condiciones necesarias para un buen vivir.
Las organizaciones sociales y comunitarias han contribuido de manera sustancial en procesos desde los cuales se busca potenciar la construcción de una sociedad más democrática, pluralista y solidaria. Esto se ha logrado de distintas formas e impactando sectores diversos de la población. Sin embargo, algunos de estos esfuerzos se han realizado de manera aislada lo cual hace difícil la convergencia de escenarios regionales promovidos desde las organizaciones sociales.
Por esta razón se propone la Escuela de Sistematización de Experiencias en diálogo de saberes como un espacio de reflexión, de apropiación de teorías, de metodologías y de recuperación de saberes locales que hagan posible la construcción de agendas territoriales que permitan repensar los procesos de producción de conocimientos desde un acercamiento solidario entre la academia y las comunidades, y desde la construcción de un escenario común que se plantee la transformación social desde la emancipación de los conocimientos locales.
La Escuela de sistematización de experiencias vivas se constituye en una propuesta pedagógica y de construcción colaborativa que posibilita la recuperación de las memorias y los conocimientos de las organizaciones y sus iniciativas sociales. En el proceso educativo y de interacción, las organizaciones consiguen mayores niveles de autonomía e incrementan su capacidad para ser las productoras de sus propios saberes, y la Universidad encuentra un amplio y diverso campo de relacionamiento para desarrollar procesos de investigación y co-producción del conocimiento más cercanos a las realidades de los territorios, en diálogo con las organizaciones, generando espacios de construcción colectiva que aportan a la recuperación del legado de la sistematización de experiencias en Colombia. Así mismo la sistematización de experiencias se convierte en el proyecto de la escuela, en una alternativa para fomentar el reconocimiento y la valoración de los saberes locales.
La experiencia piloto del diplomado en Sistematización de Experiencias
El proyecto del Diplomado para la Investigació y la Sistematización de Conocimientos Locales (Experiencias Vivas) surge en el año 2017 con el ánimo de generar una experiencia sustentada den los principios de la educación popular (Freire, 2011) y en la teoría crítica en relación a la producción del conocimiento.
Este proyecto se ha fortalecido con la participación de 18 instituciones (educativas, comunitarias y culturales) de la ciudad de Medellín, y 12 instituciones (comunitarias, culturales y campesinas) del departamento de Boyacá, que aceptaron la invitación realizada por la Maestría en Educación y Derechos Humanos de la UNAULA para participar del proceso formativo.
Como reto epistémico, metodológico y de búsqueda de un escenario de diálogo de saberes y de construcción de conocimientos desde una perspectiva horizontal, el proceso formativo se centró en su primera fase (comprendida entre julio del año 2017 y julio 2018) en proponer una agenda temática y de trabajo colaborativo que le permitiera a las instituciones participantes apropiar elementos teóricos y metodológicos fundamentados teóricamente en el pensamiento crítico y la educación popular, y metodológicamente en la sistematización de experiencias, con el ánimo de motivar en las organizaciones el inicio de un proceso de inmersión en sus propias dinámicas de trabajo y sus procesos sociales históricos. Como resultado de este reto, cada institución participante del proyecto emprendió un camino de instrospección y recuperación de sus prácticas sociales, educativas, culturales y políticas trabajando en clave de sistematización de experiencias la pregunta por el sentido de sus prácticas.
En este proceso, las instituciones al sistematizar sus procesos vitales, han logrado reconocer y debatir perspectivas teóricas y enfoques metodológicos de la sistematización de experiencias (como práctica de emancipación y empoderamiento político de los conocimientos locales) que favorecen y enriquecen el diálogo de saberes, aportan a la concreción de proyectos de recuperación de conocimientos generados por los sujetos en sus trayectorias históricas por iniciativas comunitarias y educativas, y permiten preservar exaltar los legados de trayectorias organizativas de décadas que han transformado positivamente a territorios rurales y urbanos y han aportado a la construcción de alternativas solidarias para la construcción de las memorias y una paz real en los territorios.
En la experiencia formativa, los sujetos participantes (Mujeres, Hombres, Jóvenes) han podido reconocer[1] los referentes de las epistemologías del sur y el pensamiento latinoamericano (Sierra, 2015) identificando e identificándose con referentes metodológicos tan importantes para nuestra región como la Investigación Acción Participación – IAP (Fals Borda, 2012) el diálogo de saberes para la construcción colaborativa de conocimientos (Acosta, 2016), el desarrollo y la justicia social, la comunicología del sur (Garces y Jiménez, 2016) y el Buen Vivir (Ramírez, 2015), todos estos considerados referentes epistemológicos críticos pero también referentes de lucha contra la colonización epistémica; el espistemicidio (Sousa Santos, 2009) que ha implicado la invisibilización de los conocimientos que han surgido de las reivindicaciones y las luchas sociales en el contexto latioamericano.
En esta perspectiva, el centro, el foco, la reivindicación ético-política de la propuesta del diplomado de Experiencias Vivas, a estado en la defensa de la sistematización de experiencias como una alternativa de empoderamiento epistémico que permite generar alternativas para que las instituciones sociales y educativas, y los sujetos que las lideran encuentren en la sistematización de experiencias un camino y miles de formas y recursos para la apropiación, recuperación, exaltación, preservación y circulación de sus propios conocimientos; aquellos que han sido el resultado de sus prácticas históricas de organización, participación y movilización social.
Finalmente en esta experiencia formativa, cada institución asumió el reto de aprender sobre la sistematización de experiencias sistematizando, haciendose preguntas incómodas y necesarias sobre el sentido político de sus procesos de base, reinventando las tecnicas y recursos para la sistematización a partir del reconocimiento de sus propias metodologias y prácticas pedagógicas, y planteando en todo momento un marco de reflexión de las prácticas sociales de las instituciones en el que se reconocen de manera crítica unas condiciones políticas e históricas que han favorecido la colonización epistémica, y planteando en todo momento el valor de la sistematización de experiencias como alternativa para la emancipación de los conocimientos locales.
[1] Los enfoques epistemológicos y reflexivos trabajados en el proceso formativo a manera de ejes temáticos son: Epistemologías del sur, Investigación Acción Participación IAP; sistematización de experiencias, Cultura de paz, Metodologías para la apropiación de memoria y el territorio, economía social y solidaria, movimientos sociales y bien vivir, economía social del conocimiento, comunicología del sur y comunicación popular comunitaria.