A pesar de décadas de investigación, aún hay poca evidencia de que el crecimiento económico sea la base del bienestar social. Esto supone un reto mayor para la teoría económica y para las concepciones normativas sobre el desarrollo socio-económico. Este libro intenta cuestionar el sentido común de la economía ortodoxa y ponderar sus implicaciones éticas.
Mientras que la mayoría de la bibliografía sobre desarrollo socio-eco-nómico está enfocada en último término en cómo incrementar el ingreso monetario, el propósito de alcanzar una vida éticamente digna y valiosa casi nunca ha sido considerado como un objetivo científicamente realizable. En contraste, René Ramírez G. se enfoca en la vida buena de las personas como el objetivo principal de la ciencia social, sugiriendo una nueva perspectiva para la acción pública. Desde una mirada a la vez filosófica y política, este libro propone una concepción reflexiva del Buen Vivir, que incluye tanto sus dimensiones afectivas como normativas, y está imbricada en un entendimiento amplio del bien común.